Mi niña de la mañana

   Hilos afectivos que unen miradas, que cosen los pensamientos de uno con los del otro. Canales de energía que atan el pasado con el presente.
   Vitalidad, energía que mantiene unidos los cuerpos y las mentes sin que se toquen. Ondas que vibran en la misma frecuencia, se encuentran y entremezclan en el espacio-tiempo.
   Qué gran sorpresa cuando se descubre tal agradable evidencia.
Las casualidades hacen punto de cruz con nuestra vida y la hacen sin duda emocionante. 

   Tu mirada es limpia, sincera y transparente, y no lo puedes evitar, se escapa a tu control. Tu  mirada me devuelve sin tu querer todo lo que quieres tener guardado, pero también lo que necesitas compartir.