martes, 8 de febrero de 2011

En una semana de Febrero...

   Es una semana de Febrero, tan soleada y cálida  como esta, pero hace un año. Con el cielo tan azul que hace daño, cruzado por nubes de algodón tan blancas y livianas que parecen dibujadas con tizas. Son días que parecen prometernos un verano eterno, que invitan a luz en invierno. Nos empujan a salir y a movernos, a disfrutar del aire libre.
   Es en definitiva una semana como cualquier otra, pero para mi está llena de recuerdos, de micro instantes de una importancia mayúscula, de una intensidad máxima, de una concentración extrema. Son instantes que fueron, y hoy así los recuerdo, de compromiso, de amor verdadero, de atención máxima,de compartir, de invertir en los demás, de voluntad, de intención, de comprensión, de empatía, de comunión con el otro y con la vida, de sabiduría, de claridad, de entendimiento, lealtad y serenidad.
   Tic-tac, tic-tac, tic-tac, tic-tac,... un seguno, otro, y otro, otro más, y siguen, y no paran... Destino el 11 de Febrero de 2010.
   Cada uno trae un recuerdo, una ilusión, un sonrisa, una caricia, una aceptación...Todos ellos son importantes, cada uno trae algo tan intenso, que todavía se mantiene así en nuestro recuerdo y ahora renacen. No parece que haya pasado un año. Parece que fue ayer...¡Cuánto ha pasado y qué rápido!¡Cuánto aprendido y cuánto desaprendido!
   Las vidas luminosas viven eternamente en esa luz que les envuelve. Mueren sus cuerpos si, pero su alma llena de luz y vida sigue su camino guiándonos a los demás.
   Imagino que puede resultar inexplicable e incluso doloroso para otros, que hayan vivido la muerte de otra manera, pero para mi estos dias no son expecialmente tristes. Son luminosos. Y en esa luz está mi padre.
   Mirando al sur, al cálido sol de Febrero. se fue mi padre. Dignamente.  Rodeado de sus seres queridos,  protegido, unido a ellos en cuerpo y espíritu. En paz. Con los deberes hechos, como el quería.
   Se fue una luz mía con la luz. Pero no para apagarse, sino para multiplicarse, para fundirse con todo, para inundarlo todo.
   ¡Hasta siempre papá!

1 comentario:

  1. Una persona nunca muere hasta que nos olvidemos de ella y esa persona especial siempre estará en tu mente y tu corazón.

    Un abrazo.

    http://crea-lo-inimaginable.blogspot.com

    ResponderEliminar