"Entrenarse es una exclusiva humana de la que depende nuestro progreso...Los humanos tenemos todos un impulso olímpico:citius, altius, fortius. Más lejos, más alto más fuerte....Tradicionalmente, la educación ha consistido en fomentar la adquisición de virtudes y para eso hace falta entrenamiento. En griego, virtud se decía areté. Recuerdo que hace años vi en la librería un libro titulado así. Pensé que era un libro de ética, pero resultó ser un tratado de gimnasia. La virtud tenía en efecto, este caracter deportivo, y su entrenamiento era una ascesis, palabra que significaba "ejercicio para mejorar". En el mundo oriental el entrenamiento era imprescindible para la realización personal: baste recordar la búsqueda budista de la iluminación, la práctica zen o el bujutsu, el conjunto de artes marciales que tenía como objetivo el autocontrol del cuerpo y del espíritu, es decir, la libertad."
Este es un fragmento de un artículo de José Antonio Marina, del diez de Marzo, que como habitualmente me ocurre, leo dias después de publicarse. Sobra decir, que como siempre, que encantan sus etimologías, y en general todo lo que escribe, y recomiendo la lectura completa, como la de otras semanas.
A raiz de esta lectura, oportuna como siempre, me he percatado de que sin ser consciente, he disfrutado del entrenaniento en todas sus vertientes, la física, la mental y la espiritual. No por competir contra otro, en lo que no tengo ningún interés, sino por la superación personal. El estímulo que produce retarse a si mismo, probarse, trabajarse, luchar por ese reto y alcanzarlo si es posible.
En ese largo camino, luchas contra el cansancio, la frustración, el desánimo, el dolor, la torpeza, los miedos, las influencias negativas, las equivocaciones, las inseguridades, el desconocimiento, la vulnerabilidad. Da igual que caigas, lo imporante es levantarte y seguir. Reconocer que todos nos equivocamos. Saber que con cada peldaño que subes, con cada paso que das, te haces más grande y más fuerte.
Para los que disfrutamos entrenando, no hay tiempo mejor empleado que este.
Muchos placeres en un mismo artículo.
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