viernes, 21 de septiembre de 2012

Jueves en el porche

   Soy tardía. En mucho aspectos. Lo sé. Lo acepto.
   En esto del whatsapp también.
   No hará ni medio año que lo tengo, más concretamente, desde el día en el que mi amado tontophone murió ahogado en aceite de coco tropical, ( es que empezaba a hacer buen tiempo...) Daba penita...Un cachivache nuevo que de repente se vuelve inservible, aunque funcione, porque algo pringoso se ha instalado en sus tripas e inunda su triste y pequeña pantalla gris.
   He pasado de no existir para los teléfonos listos, a verme inmersa en numerosos grupos. Desemarañando conversaciones de diferentes grupos y dispares conversaciones.
   Y si. Me he enganchado. Lo confieso. Como a Pinterest. ¡Qué le voy a hacer!
   ¿Porqué les cuento yo todo esto? Pues verán...He decidido que total, si no puedo luchar contra el enemigo me uno a el, y visto que para un día que podía despatarrarme diez minutos en el sofá, no ha dejado de sonar el toing desde la cocina (¡ es que estaba cargándo el movil, que lo tengo agotadido!), me hago un café para despertarme, y ya que estamos escribir este post.
   Todo ha comenzado con el padre de Manuel ¿recuerdan?...¡Si ese, el del tupper sex!...¡el mismo!
   ¿Cuánto tiempo hacia que no le veía? ¡Qué se yo!...A buen seguro que me le cruzo cada día...No les pasa a ustedes que hay personas que no consiguen quedarse en nuestra retina, ni siquiera como imagen subliminal...y no es por nada, sólo que pasan por nuestra cabeza sin dejar huella.
   Pues se ha colado de nuevo en nuestras vidas...¡y en el whatsapp!... Efectivamente, "en tu fiesta me colé"
   Atardecía sentados en el porche. Septiembre. Aflojaba el calor. Estábamos todos juntos, comiendo, bebiendo, hablando del verano.
   No sé en que momento le tuve sentado a mi lado.
   Y si, de repente, no sé cómo, sentí su presencia. Esa camisita planchadita. Todo él bien aseado. A gusto entre nosotros. Como uno más. ( Es que tenenmos un gracejo especial...)
   Le miraba a hurtadillas...A veces pìenso si no será "Perry el ornitorrinco"...o quizás lleve una camara oculta en un ojal de la chaqueta...Se le veía contento. Disfrutando del ambiente distentido...
   Claro, nos fuimos animando sin darnos cuenta de que era jueves y no viernes (¡benditos!). Se nos suelta la lengua, nos dejamos llevar...El está feliz. Estamos desatados después del largo letargo del verano. Ríe a pierna suelta. Observándonos. Por fin ha pillado buena entrada.
   Llegó el fatídico final. Hay que marcharse, mañana nos levantarmos temprano.
   Dejo de escribir. No paran de sonar los "toing". A Paul hoy le echan de la reunión. ¡¿Me llama Enrique, para saber donde venden ropa de mesa y cama?! Es cierto, no es coña. ( se me ha olvidado ponerlo en el WSP...¡es que no doy a basto tecleando!)
   Para terminar, una pregunta a mis colegas de juergas: ¿Seremos capaces de bajar los rápidos en piragüa mientras guasapemos?
   ¡Se admiten apuestas!


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