jueves, 26 de septiembre de 2013

De porqué conversamos...

   ¿Será la hora del día? ¿Serán los paseos al aire libre? ¿La necesidad? ¿O será la compañía lo que incita a una buena conversación? ¡Definitivamente esto último!

-Comienzo el año tranquila...tal vez demasiado, no sé...
-¡Yo también! Pero en esta ocasión, por raro que parezca, no me siento culpable por no tener la necesidad de llenarme la vida de actividades, mías o ajenas, tanto da.
-Es como si de repente me hubiese parado, y tras un periodo de asombro, aceptara gustosamente el inesperado impasse y me inundara una calma que disminuyera las pulsaciones.
-Es como si estuviera esperando algo...
-...¡Qué puede ser bueno, o algo tremendo! ¡Yo qué sé!
-¡Con nuestro optimismo natural, de primeras no concebinos ni por un segundo. la opción de que puediera ser algo malo! ¡Jajaja!...pero si, efectivamente, puede ocurrir cualquier cosa.
-Me he descubierto estos días mirando...
-¿Mirando qué?
-¡Nada concreto!...Lo que me rodea...Despacito...¡Como regodeándome!
-¿Descubriste algo?
-... La vida que pasa...no sé...
-... Los colores. el ritmo, los cambios de luz, los olores, voces que no son ruidos sino expresiones con significado, tonalidades de sentimientos...
-...Que no siento urgencias, vaya...me tomo el día según viene.
-Cuando era pequeña pasaba muchas horas en el balcón de casa sentada mirando entre los barrotes de hierro.... ¡cómo las viejitas en los pueblos a la puerta de su casa!...viendo la gente pasar, sin más. Me gustaba verles ir y venir, subirse al autobús, entrar y salir de las tiendas; los coches que se agolpaban unas veces y otras se espaciaban. Los tejados con las antenas desafiando al viento y los rayos. El cambio de color de las hojas al paso de las distintas estaciones del año...
-De niños el tiempo se estira al antojo de mágicos seres que tienen el poder de hacer los minutos eternos, ¡jajaja!
-¡Es verdad!...nuestros hijos nos enseñan más que nosotros a ellos.
-Es como si de pronto encontrases el tiempo y el espacio para hacer aquello que en otro momento te parecería demasiado cansado, largo, poco importante, poco productivo...
-...¡Ver fotos antiguas, sacar elepés de hace mil años y escucharlos uno detrás de otro, leer a los clásicos, hacer puzzles gigantes, ordenar los armarios de la cocina como siempre has querido, ponerte a charlar con una amiga por el teléfono fijo hasta que te sude la oreja, enseñar a tus hijos a hacer punto, dedicarte por fin a las plantas, releer las cartas de amor, tumbarte en el sofá con los pies en alto mirando al techo...!
-...Darte cuenta de repente de que ha anochecido...
-...Es como estar en el sopor de una larga y calurosa siesta de verano...
-Un día vas paseando sin rumbo fijo, recordando vivir a cada paso, como un convaleciente de existir, y te descubres esperando.
-No es algo físico, es más bien una sensación.
-Tal vez la palabra sería "expectante"
-Sí, es una sensación extraña.
-Es realmente tremendo y ciertamente incongruente, que uno se inquiete por no estar agobiado ni estresado, ¿no crees?
-Claro, pareciera que estás fuera de este mundo imparable.
-¡Te hacen creer y sentir que si no te mueves no existes!, aunque no te muevas para nada, aunque no realices nada de provecho, aunque no te satisfaga el resultado, aunque el método no te convenza, aunque no tengas opción a rectificar, aunque las energías empleadas sean en vano, aunque las acciones y discursos estén vacios de contenido
-No hay tiempo para elucubrar, para meditar, para sopesar, para deleitarse, para saborear
-Nos tragamos las experiencias sin masticarlas cien veces.
-Engullimos los amores, las palabras, los viajes, los hobbies, los amigos, los deseos, las tecnologías, el sexo, los deportes, las novedades.
-¡No quiero ver reducida mi persona a los ciento cuarenta caracteres de un tweet!
-Hacer mil cosas distintas y llegar a la noche casi sin vida agostados los instantes, ahito de nada.
...
-¡Por cierto! He leido en alguna parte que este otoño marcará nuestra existencia ¡ahí es nada! ¡qué tremendo cuando hagamos balance al finalizar la estación y extrapolemos los resultado a nuestra vida entera! ¡jajaja! ¡puede ser realmente deprimente, visto el ritmo con el que hemos comenzado el trimestre!
-¡Oye, qué lo mismo las sorprendidas somos nosotras!
-¡Ay, es verdad!...¡Realmente no sé qué me asusta más!
-Tendríamos que estar preparadas.
-¿Preparadas para qué?
-¿Y yo qué sé? ¡ese es misterio! ¡Jajaja!
-¡Ay chica, qué tensión! No sé si seré capaz de aguantar, ¡es cómo estar todo el día con la tripa metida!
-¡Bueno, que yo paso, que la suelto un rato!
-Si, yo también, que me va a dar una congestión de la risa.
...
-¿Qué tienes de comer?
-No sé, creo que restos, ¡hay que comerlos, que si no se ponen malos!
-¡Así no avanzamos nada! ¡Nos pillará el toro del "otoño de nuestras vidas" con los restos en la mesa!
-¡Vaya por Dios!
-¡No tenemos arreglo!
-Bueno, ¡chao! si se me ocurre algo de aquí a casa cambio el menú, ¡por aquello del otoño!
-¡Jajaja! ¡chao! ¡Yo también, pero no prometo nada. ¡Hasta mañana!










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